jueves, 11 de marzo de 2010

Noé-Tomasello dos jóvenes artistas

Luis Felipe Noé es un jóven artista inquieto, de estar atento a los acontecimientos del mundo. Esta vez su mirada deambula entre el enorme mural de 11 metros de largo que está en la sala 3 del Museo Caraffa, y el conjunto de pinturas de formas irregulares que se va armando enfrente, titulado Nos estamos entendiendo. En el proceso de montaje de su obra Red/Net, el envío argentino a la 53ª Bienal de Venecia (la última edición celebrada en 2009), el artista acota que esta obra es como un patchwork en función del dibujo y la pintura: una composición muy dinámica.En esta obra, la línea de color vibrante es el gran nexo, el activador de la imagen fragmentada y variada


Luis Tomasello otro jóven artista que expone en el Caraffa, día a día descubre el maestro las potencialidades, cada vez mayores, de las figuras geométricas, en la medida que avanzan sus investigaciones sobre el binomio luz y el color, tan caro al creador. Aplica el pigmento en ellas pero justo en las caras ocultas al ojo del espectador, de tal manera que este solo alcanza a visualizar el reflejo en la superficie de fondo, es decir en la atmósfera o color transparencia que la rodea. El color nace de la forma que lo contiene, la luz ayuda en el alumbramiento, el ojo humano lo transforma de visión en sensaciones.

MUSEO DE BELLAS ARTES "EMILIO CARAFFA"Felipe Noe



Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1933. Estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires y asistió al Taller de pintura de Horacio Butler. Su formación artística es prácticamente autodidacta.
Pertenece al grupo de artistas que rompió con la tradición de la pintura nacional, dando inicio, en 1961, a la Nueva Figuración argentina. Su pintura es salvaje, barroca y superabundante. Tiene por tema el caos, como principio fundacional del lenguaje de la pintura y de la reflexión latinoamericana.
Ha expuesto individualmente en importantes galerías y museos como: Museo Nacional de Bellas Artes, Caracas (1968); Centro de Arte y Comunicación, Buenos Aires (1992); Museo del Palacio Nacional de Bellas Artes, México (1996) y Centro Cultural Borges, Buenos Aires (1998). Destacan sus colectivas en: Galería Peuser, Buenos Aires (1961); Gemeent Museum, La Haya (1964); Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires (1991), y su participación en las bienales de La Habana (1984), Sao Paulo (1985) y Mercosur (1997). Entre los reconocimientos obtenidos por este artista figuran: Premio Nacional Di Tella (1963), Beca Guggenheim (1965 y 1966), Premio a la Trayectoria Artística de la Asociación Argentina de Críticos de Arte (1984), Gran Premio Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires (1997) y Premio Rosario a la Trayectoria, Argentina (2000).

viernes, 5 de marzo de 2010

MUSEO DE BELLAS ARTES "EMILIO CARAFFA"Luis Tomasello

"La obra de Luis Tomasello está inscripta en un espacio cronotemporal definido y cierto. Más de medio siglo transcurrido desde sus planteos iniciáticos, no sólo la ha consolidado en sus enunciados e idearios estéticos, sino, fundamentalmente, generado nuevas miradas integradoras de su lógica del ritmo.Tomasello concibe la abstracción como un campo mutable, cargado de energía y, sin embargo, suspendido en un espacio virtual. Animan su espíritu concretizante desde Malevich a Mondrian, pasando por las auras de Albers y Vasarely. Y sin embargo, como sucede en los auténticos creadores, su obra goza de un aire propio, de una huella indiscutible, que el artista reconoce y ahonda sin apropiaciones espúreas" expresa Jorge M. Taverna Irigoyen, Presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes, en el texto curatorial. Por su parte el Prof. César López Osornio, Director General MACLA, escribe: "Tomasello encara el hacer desde una contemplación arraigada en el vivir experimentado y, como el arquero Zen, sabe por asumido que el blanco a apuntar está dentro, no fuera. En su obra no hay artificios ni “espectáculos” visuales. Su creación es producto de una revelación que se da desde un silencio que promueve la libertad ontológica. En el aparente hieratismo de sus trabajos encontramos sutiles instantes percibidos en imperceptibles movimientos. Su simetría isométrica y el perfecto espacio creado entre cuerpo y cuerpo producen una oscilación ocular, ya con tonos iridiscentes en una refracción especular, ya con sombras cambiantes según nos estamos moviendo".

MUSEO DE BELLAS ARTES "EMILIO CARAFFA" Mario Quinteros











Tramatrazo es una obra de 0,19 por 45 metros de dibujo con grafito sobre papel.
"Cuando Mario Quinteros, hace ya un tiempo (antes de que naciera el proyecto de La Línea Piensa) llegó por primera vez a mi casa, en uno de sus viajes que, de tanto en tanto, emprende desde su ciudad, Resistencia, hasta Buenos Aires, me trajo para que la viera undejó estupefacto, pero pleno de admiración
En esta muestra se expone, un rollo de 50 mts. en el cual se da testimonio de la vida de un dibujo. A partir de una simple línea la obra va complejisándose, llegando a constituir un tejido primero y luego una trama (esta palabra rima con drama) hasta volver a lo que era en su origen una mera línea. Pero lo que tiene este dibujo de extraordinario es que es como un relato de la vida humana. Sin embargo, no hay ni la menor insinuación figurativa. Se puede leer como una cadena de dibujos, cada uno de una riqueza notable y singular, pero, lo cierto, es que el elemento fundamental es que es un solo dibujo transformándose. Ver esta obra es estar oyendo con los ojos una magnífica sinfonía o mirando un film que no se mueve ante nosotros sino que nosotros ante él.Mario Quinteros es un gran dibujante, que a partir de su elemento preferido -el grafito- explora sus mil ocurrencias, convirtiéndose cada obra en una nueva y desafiante propuesta. En este caso, hemos preferido privilegiar por sus dimensiones y su singularidad al rollo desenrollado.El concepto de rollo tiene de por si una tradición que nos remonta a la Antigüedad, pero este es un rollo en tiempos de red (o de Internet).Exponer esta obra ha sido un gran desafío, para lo que se llama montaje de una muestra. "Segun Luis F. Noe





MUSEO DE BELLAS ARTES "EMILIO CARAFFA" Hernán Dompé

Las esculturas de Hernán Dompé tienen como referente la iconografía de los pueblos originarios de América. Sus tótems, sus guerreros, sus armas, sus barcos, evocan un mundo religioso y social muy distinto del nuestro. Su obra nos señala el momento histórico en que la escultura no estaba separada del tejido social, como imagen cultual.
El gesto de Dompé no parece nostálgico, sino más bien afirmativo; hay aquí una voluntad de recuperar algo de ese sentido perdido. En la instalación que hoy presenta, la escena es el instante previo a una batalla, a esa hora del amanecer cuando los guerreros se reúnen con las primeras luces y se preparan para el combate. La instalación es como un rompecabezas que invita al espectador a la indagación de esos elementos dispersos que hablan de una experiencia, hoy perdida, de la guerra, una experiencia que aparece en muchos textos canónicos de las culturas antiguas.
Los más de 35 guerreros son construidos por el artista en madera, hierro, cobre, cuero y materiales reciclados de uso rural, partes de cosechadoras y arados, entre otros



Visistar http://www.hernandompe.com/spa.htm




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